lunes, 9 de noviembre de 2015

Mes de María


ORACIÓN INICIAL 
DEL MES DE MARÍA



¡Oh María!, durante el bello mes a Ti consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza.

Tu santuario resplandece con nuevo brillo, y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y
votos.




Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que Tú esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.

Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡Oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin manchas, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aun la sombra misma del mal.

La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios 
y a nuestros hermanos.
Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal.
En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta
flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.

¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes;
que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más Santa y la mejor de las Madres, Amén.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Santoral Franciscano Noviembre

13 de noviembre
San Diego de Alcalá

Diego de Alcalá nació en San Nicolás del Puerto, Sevilla, hacia el año 1400. Desde muy joven abrazó la vida eremítica, dedicándose por entero a la oración y al trabajo.
Posteriormente ingresó en la Orden franciscana, como hermano lego, y desempeñó con toda humildad los oficios más sencillos.
En 1441 partió como misionero a las Islas Canarias y en 1450 se trasladó a Roma, donde con su oración curó a muchos enfermos de peste. Finalmente regresó a España.
Falleció el 12 de noviembre de 1463 en Alcalá de Henares, donde se veneran sus reliquias.




15 de Noviembre
Beata María de la Pasión Chappotin

Hélène Marie Philippine de Chappotin de Neuville. Nació en Nantes, Francia en 1839, de una noble y cristiana familia. Desde la infancia manifiesta eminentes dones naturales y una fe profunda.

Entra en las Clarisas, donde tiene una profunda experiencia de Dios, pero por motivos de salud tiene que abandonar el Monasterio. Una vez curada, entra en la Sociedad de María Reparadora y es enviada a la misión de la India, donde pasa varios años hasta que en 1877 funda el Instituto de las Franciscanas Misioneras de María. 

Muere en San Remo, Italia, el 15 de Noviembre de 1904. Fue beatificada por Juan Pablo II el 20 de octubre de 2002.


17 de noviembre
Santa Isabel de Hungría

(Pressburgo, 1207 - Marburgo, 1231) Hija del rey Andrés II, con apenas cuatro años fue prometida a Luis (futuro Luis IV), hijo del Landgrave de Turingia, Hermán I.
La boda tardaría en celebrarse, pero siendo costumbre la de educar juntos a los futuros esposos, partió hacia Turingia, y vivió en el castillo de Wartburgo, donde comenzó a distinguirse por su humildad, caridad y mortificación. El matrimonio se celebró en 1221 y de él nacieron cuatro hijos. Durante esos años no abandonó su vida de mortificación ni olvidó a los pobres, utilizando su dote completa para ayudarlos.
Cuando la Tercera Orden franciscana se difundió por Alemania fue muy bien acogida en Turingia, siendo Isabel la primera terciaria de Alemania y luego su patrona.
En 1227 quedó viuda, al morir su esposo Luis en una cruzada de Federico II. Su cuñado Enrique había jurado proteger a ella y a sus hijos, pero se inclinó hacia una conjura palaciega que desechó la sucesión legítima del primogénito de Isabel, y consintió la expulsión de la corte de la reina y sus hijos. Isabel hubo de vivir errante y con gran penuria.
Después de depender durante algún tiempo de la caridad de su tía, la abadesa de Kitzingen, marchó a Marburgo, donde comenzó la construcción de un hospital para enfermos pobres, en el que ella misma servía a los enfermos. Murió en 1231, cuando apenas contaba 24 años; fue enterrada en la catedral de Marburgo y canonizada en 1235 por el papa Gregorio IX.


19 de noviembre
Santa Inés de Asís

Inés de Asís, la hija segunda de Favarone y Hortelana, hermana de Clara «según la carne y según la pureza» (Leyenda de Sta. Clara 24), Tenía unos 15 años, cuando la hermana mayor Clara huyó de casa. A medida que transcurrían la Semana Santa y la de Pascua aumentaba en ella el deseo de reunirse con Clara para entregarse al Señor, como ella. 
El 3 de abril se decidió por fin a abandonar su casa y marcharse a Panzo, donde Clara la recibió con un abrazo, dando gracias a Dios por escuchar sus ruegos. Enseguida empezó a aleccionarla en el seguimiento de Cristo crucificado, pero la reacción de la familia ante la desaparición de Inés fue mucho más violenta que el día de la fuga de Clara. Doce caballeros airados, con el tío Monaldo al frente, corrían al monasterio y se abalanzaban sobre Inés, dispuestos a no permitir una nueva afrenta y otra pérdida familiar. A golpes y empellones la arrastraron fuera del monasterio, hasta un arroyo cercano, pero no pudieron dar un paso más. La resistencia de la jovencita y la oración de su hermana Clara pudieron más que la fuerza bruta de tantos hombres juntos, los cuales tuvieron que desistir, finalmente, de llevársela a casa.
Dirigida por Francisco, juntamente con Clara, Inés progresó tan rápidamente en el camino de la santidad que su vida aparecía ante sus compañeras extraordinaria y sobrehumana. Caritativa y dulcísima de carácter, se inclinaba maternalmente sobre quien sufría por el motivo que fuera y se mostraba llena de piadosa solicitud hacia todos.
Después, Francisco la envió como abadesa a Florencia, donde condujo a Dios a muchas almas, tanto con el ejemplo de su santidad de vida, como con su palabra dulce y persuasiva, llena de amor de Dios. Ferviente en el desprecio del mundo, implantó en aquel monasterio la observancia de la pobreza evangélica.
Inés atendió a su hermana Clara durante su enfermedad hasta su muerte, y murió poco tiempo después, alrededor del 16 de noviembre de 1253.
La familia franciscana la celebra el 19 de noviembre. El cuerpo de santa Inés reposa en la misma Basílica de Asís donde descansan los restos de su hermana santa Clara, su otra hermana, Beatriz, y su madre Hortelana, que también se hicieron seguidoras de San Francisco.

27 de noviembre
San Francisco Antonio Fasani

En la segunda mitad del siglo XVII vivía en Lucera (Italia), una familia muy pobre: la familia Fasani. En su seno nació, el 16 de agosto de 1681, un niño que recibió los nombres de Donato Antonio Juan Nicolás. Comúnmente le llamaban Juan. Antes de cumplir los diez años murió su padre, que era campesino. Su madre volvió a casarse con Francisco Farinacci, que fue también un buen padre para Juan y lo envió a estudiar en el convento de los frailes menores conventuales de Lucera. Su madre era una mujer muy piadosa.

A los quince años ingresó en la orden de los frailes menores conventuales tomando el hábito franciscano y el nombre de Francisco Antonio en el noviciado de Monte San Ángel. Fue ordenado sacerdote el 19 de septiembre de 1705. En 1707 fue destinado a enseñar filosofía en el convento de Lucera, su ciudad natal.

El Padre Francisco Antonio pasó el resto de su vida en Lucera, donde le dieron el nombre de “Padre Maestro” desde que había recibido el título de teología y así se le llamó siempre, por más que ocupó otros cargos como superior, maestro de novicios, maestro de estudiantes profesos y ministro provincial de San Miguel Arcángel de Apulia. Fue él quien introdujo en Italia la costumbre de reunir regalos de navidad para los pobres. Inútil decir que los pobres acudían constantemente a él con peticiones posibles e imposibles, sobre todo cuando se trataba de sequías. Los habitantes de Lucera decían: “Quien quiera ver a San Francisco no tiene más que mirar al Padre Maestro”.

Una de las características del padre Francisco Antonio era su gran devoción al Sagrado Corazón y la Inmaculada Concepción, cuya fiesta celebraba con novena. Esta costumbre se conserva todavía en Lucera. El Padre Fasani murió el 29 de noviembre de 1742..

El padre Francisco Antonio Fasani fue beatificado por el papa Pío XII el año 1951 y canonizado por el papa Juan Pablo II en 1986.